* Durante una conferencia ofrecida por la destacada neurocientífica de la Universidad de Chile, Christine Gierke.
* Destacó la importancia de los vínculos humanos como herramienta para combatir los efectos del aislamiento.
Cancún, Q.Roo, México, 5 marzo 2025.- El aislamiento social, un fenómeno que se ha incrementado en las últimas décadas debido a factores como la pandemia, el envejecimiento poblacional y el uso excesivo de tecnología, los cuales tienen efectos profundos en la estructura y funcionamiento del cerebro. Así lo dio a conocer la destacada neurocientífica de la Universidad de Chile, Christine Gierke, durante una conferencia magistral ofrecida en la Unicaribe.
La exposición combinó conocimiento científico y empatía. La neurocientífica chilena visitó México para compartir sus hallazgos sobre cómo el aislamiento social afecta el cerebro, desencadenando ansiedad y depresión, y cómo los vínculos humanos pueden ser la clave para superar estos padecimientos.
El evento, presentado por el Secretario Académico de la Unicaribe, Dr. Rodrigo Guillén Bretón y la Jefa del Departamento de Desarrollo Humano, la Dra. Libertad Díaz Molina; reunió a cientos de asistentes, entre estudiantes y académicos, quienes llenaron el recinto para escuchar a la especialista en el campo de la neurociencia y la salud mental.
El aislamiento social y su impacto en el cerebro.
La Dra. Gierke inició su ponencia explicando cómo el aislamiento social, un fenómeno que se ha incrementado en las últimas décadas debido a factores como la pandemia, el envejecimiento poblacional y el uso excesivo de tecnología, tiene efectos profundos en la estructura y funcionamiento del cerebro.
“El cerebro es un órgano social. Necesita de la interacción humana para mantenerse saludable. Cuando nos aislamos, se activan áreas del cerebro asociadas al estrés, como la amígdala, y se reduce la actividad en regiones vinculadas a la recompensa y el placer, como el núcleo accumbens”, explicó la neurocientífica.
Estos cambios neuroquímicos, según Gierke, pueden llevar a estados crónicos de ansiedad y depresión. “El aislamiento prolongado reduce la producción de serotonina
y dopamina, neurotransmisores esenciales para el bienestar emocional. Esto no solo afecta nuestra salud mental, sino también nuestra capacidad para relacionarnos con los demás, creando un círculo vicioso difícil de romper”, añadió.
La importancia del vínculo humano.
La Dra. Gierke destacó la importancia de los vínculos humanos como herramienta para combatir los efectos del aislamiento. “La conexión emocional, el contacto físico y el apoyo social son fundamentales para recuperar el equilibrio mental. No se trata solo de estar acompañados, sino de sentirnos vistos, escuchados y valorados”, afirmó.
La experta también hizo hincapié en la necesidad de políticas públicas que fomenten la inclusión social, especialmente en grupos vulnerables como los adultos mayores. “El ser humano es resiliente por naturaleza, pero necesita de una red de apoyo para salir adelante. La soledad no es solo un problema individual, es un problema colectivo que requiere soluciones colectivas”, subrayó.
Avances en la investigación con adultos mayores.
La Dra. Gierke compartió los avances de su más reciente investigación, enfocada en adultos mayores en estado de aislamiento en Chile. Los resultados son alarmantes: el aislamiento afecta de manera más severa a las mujeres que a los hombres de edad avanzada.
“En nuestro estudio, observamos que las mujeres mayores experimentan una mayor reducción en el volumen del hipocampo, una región del cerebro crucial para la memoria y el aprendizaje, en comparación con los hombres. Esto podría estar relacionado con factores biológicos, pero también con roles sociales y culturales que hacen que las mujeres sean más propensas a la soledad”, explicó.
La investigación también reveló que las intervenciones basadas en la creación de redes sociales y actividades comunitarias tienen un impacto positivo en la salud cerebral de los adultos mayores. “Cuando estos individuos participan en actividades grupales, se observa una mejora en la función cognitiva y una reducción en los síntomas de depresión y ansiedad”, destacó Gierke.
El evento finalizó con una ronda de preguntas y respuestas, donde los asistentes pudieron interactuar directamente con la experta. El Secretario Académico y la Jefa del Departamento de Desarrollo Humano agradecieron a la Dra. Gierke por su invaluable contribución y reiteraron el compromiso de la Universidad del Caribe con la promoción de la salud mental y el bienestar social.
La conferencia de la Dra. Christine Gierke no solo dejó en claro la importancia de la neurociencia para comprender los desafíos de la salud mental, sino que también recordó a todos los presentes que, en un mundo cada vez más conectado digitalmente, el contacto humano sigue siendo insustituible.
(Colaboración del Mtro. Samuel Cervera León)